miércoles, 9 de noviembre de 2011

Abriendo puertas sin miedo ...

... o con miedo, aunque sin dejar que éste nos paralice ...


                           


En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto: a sus prisioneros no los mataba ...
los llevaba a una sala dónde había un grupo de arqueros a un lado, y una inmensa puerta de hierro
del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre...


En esa sala les hacía formar un circulo y les decía:
    - Ustedes pueden elegir entre morir a flechazos por mis arqueros o pasar por aquella puerta...
detrás de esa puerta, yo los estaré esperando.


Todos elegían ser asesinados (la muerte) por los arqueros...
     Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido al Rey, se dirigió al
soberano.
    - Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
    - Dime soldado.
    - Señor, ¿qué hay detrás de esa puerta?
    El Rey contestó:
    - Ve, y mira tú mismo.
    El soldado abrió temerosamente la puerta, y a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y la luz 
 invadió el ambiente...
    Finalmente sorprendido, descubrió que la puerta se abría sobre un camino qe conducía ... ¡ a la
LIBERTAD !
    El soldado, embelasado, miró a su Rey, quién le dijo:
    - Yo les daba la oportunidad de hacer una ELECCIÓN, ¡ pero por temor preferían morir a abrir esta
puerta !

 
¿ Cuántas puertas dejamos de abrir por miedo a arriesgar ?

¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, sólo por sentir miedo de abrir la
puerta de nuestros sueños?
                                                                                                                      Autor  anónimo




A continuación lector,  te quiero invitar a hacer tus propias  reflexiones sobre las siguientes aspectos  que me surgen al leer dicho escrito:


- La incertidumbre o miedo a lo desconocido. Cómo ésta (junto con la inseguridad) puede paralizarte/nos o llevarte/nos a elegir hacer los mismo siempre, incluso cuándo has/hemos comprobado que éste es un mecanismo viejo que ya no te/nos sirve ni es adaptativo en este momento para ti/nosotros.

-La dificultad de elegir: decir SÍ a algo y NO a otras cosas que dejas.

-La responsabilidad (la tuya) de asumir las consecuencias de tu propia elección (sin poder culpar o responsabilizar al otro/los otros al haber elegido tú).

-El miedo a equivocarte y sentirte con ello "menos válido" (menos inteligente, ¿que quién?, ...¿fracasado?).

-La paralización a la hora de elegir, de ver opciones diferentes (de sentir previamente que existan, y de darte cuenta de éstas posibilidades) asociado a tu creencia negativa de que "siempre va a ser igual" pues no conoces otras experiencias y no puedes asumirlas como tuyas ("todo va a continuar igual de mal, ya que no hay salida y haga lo que haga, que es repetir siempre lo mismo, nada va a cambiar)... Partiendo de la dificultad inicial de sentir que exista otra opción para ti...


                                                                                                           A  mi   pianista  preferida



                                  

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